Se habrá dado cuenta de que la prima del seguro de su vehículo cambia con regularidad. El precio depende de varios factores. Entre ellos, la edad del conductor y la antigüedad de su experiencia al volante, el comportamiento vial, el tipo de vehículo y la zona de residencia también influyen.
El seguro de automóvil es más caro para los habitantes de las ciudades porque el riesgo de accidente aumenta con el mayor volumen de tráfico. En la tarificación se tienen en cuenta las estadísticas de siniestralidad de la zona de tráfico. Además de estos criterios generales, también influyen los personales. Los conductores con un respetable catálogo de multas o una frecuencia documentada de daños tienen que rascarse más el bolsillo que los que siempre pasan desapercibidos.
Cuanto más antiguo es un vehículo, más frecuente es la asistencia en carretera, y un coche deportivo implica un mayor riesgo de accidente que un familiar.
Existen tarifas especiales para los conductores menores de 25 años y los noveles, porque los conductores jóvenes representan un riesgo mayor desde el punto de vista de la aseguradora que los que tienen muchos años de experiencia.
En cuanto al contenido, los mismos grupos de tarifas suelen diferir de una aseguradora a otra en los detalles de sus prestaciones, y pagar la prima anualmente siempre es más barato que pagarla a plazos.
Tiene sentido pensar en un seguro con franquicia, porque puede reducir considerablemente los costes anuales. Si te planteas un cambio, es posible hacerlo en el momento de cada renovación de contrato.
